Desde 1965, año en que Sennheiser introdujo los altavoces HiFi activos, se ha debatido sobre las ventajas y desventajas de este diseño. Una cosa que tienen en común todos los altavoces activos es que el amplificador está colocado DENTRO del altavoz.
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Pero, ¿cuáles son exactamente los pros y los contras? Eso es lo que intento investigar en este artículo, centrándome en la reproducción de música de alta calidad, pero sin tener en cuenta los minisistemas a pilas.
Por extraño que parezca, muchos de los pros y contras han cambiado una y otra vez a lo largo de las décadas, más aún a medida que se ha ido disponiendo de mejores herramientas de diseño para el desarrollo de altavoces. Al mismo tiempo, los conocimientos sobre la compleja interacción entre los distintos altavoces y las leyes físicas de la construcción de cajas acústicas han aumentado continuamente.
Así, la ayuda de los modernos sistemas CAD ha hecho posible el desarrollo de altavoces pasivos con una respuesta de amplitud lineal y lecturas impecables. Cuando se trata de los graves, los diseñadores suelen enfrentarse a un clásico conflicto de objetivos. Mientras los clientes buscan cajas pequeñas con graves potentes, las leyes de la física se oponen a ello.
Altavoces activos vs. pasivos – un intento de evaluación – altavoz conamplificador y bluetooth
«Profundo y fuerte» exige mover un gran volumen de aire. Por lo tanto, cuanto menor sea la superficie de la membrana, mayor será la excursión necesaria. Al mismo tiempo, el driver de baja frecuencia y la caja acústica tienen que estar adaptados. Por desgracia, estos tonos graves profundos y potentes sólo pueden reproducirse en una caja acústica bastante grande.
Sin embargo, la tecnología activa puede ayudar a superar estos límites, de modo que incluso una caja bastante pequeña puede reproducir graves profundos.
¿Quiere saber cómo el DSP hace que los altavoces activos compactos suenen a lo grande?
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La fórmula mágica se llama DSP (procesador de señal digital). Este inteligente componente electrónico controla la interrelación entre el volumen de la caja, el woofer y el nivel de monitorización y la manipula de forma que sea posible obtener unos graves más profundos a un nivel relativamente alto. Y todo esto se hace durante el funcionamiento. El DSP también cuenta con una protección integrada para evitar que el altavoz se dañe a niveles altos.
Este tipo de manipulación no es posible con la tecnología de altavoces pasivos. Aquí el diseñador predefine las preferencias en una caja pasiva, por ejemplo: «bajos profundos por encima del nivel máximo«. Se trata de preajustes que no se pueden cambiar, y mucho menos ajustar durante el funcionamiento.
Los altavoces grandes tienen unas condiciones de trabajo más favorables en la gama de graves que un altavoz compacto pequeño. En los altavoces grandes, el objetivo de «profundidad y volumen» es mucho más fácil de conseguir.
Altavoces con subwoofer activo – Wilson Six Power, reguladores
Sin embargo, en la práctica apenas hay ventajas si un altavoz grande trabaja hasta 25 Hz o hasta 20 Hz. Por el contrario, podemos incluso enfrentarnos a nuevos problemas en la interacción entre el altavoz y la sala. Y, por tanto, un altavoz grande ya no puede beneficiarse de la tecnología activa en la misma medida que su homólogo más pequeño.
Sin embargo, las numerosas ventajas del DSP no deben llevar a una construcción descuidada. El trabajo descuidado y los defectos de construcción no pueden ser anulados por una electrónica inteligente. Una caja acústica que vibra, por ejemplo, no es aceptable para altavoces activos o pasivos. Las deficiencias resultantes simplemente no se pueden compensar.
La tecnología activa se hace imprescindible si los altavoces van a recibir señales de datos por radio. La combinación de un smartphone y la transmisión inalámbrica de la señal, junto con la moderna electrónica de los amplificadores en un altavoz compacto, permite una reproducción musical de alta calidad.
CONCLUSIÓN: la tecnología de altavoces activos con procesadores de señal digital es capaz de evitar las dependencias físicas para conseguir ciertos efectos deseados.
¿Le conviene un altavoz activo? Piénselo bien.
Altavoces activos vs. pasivos – un intento de evaluación – altavoz con amplificador integrado
Los altavoces activos son más caros que sus «hermanos» pasivos del mismo tamaño. La explicación es sencilla: hay mucha tecnología incorporada, lo que hace que el desarrollo sea más costoso en tiempo y dinero. Por otro lado, es posible que no se necesiten grandes amplificadores o dispositivos de reproducción adicionales, como reproductores de CD. Por lo tanto, es casi imposible comparar los costes totales.
Una de las grandes ventajas de un altavoz activo es su capacidad para evitar la física del altavoz, sobre todo en la gama de graves. El deseo cada vez mayor de los clientes de obtener unos graves más profundos en recintos más pequeños sólo puede lograrse con esta tecnología activa.
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Además, dispone de interface integradas para la conexión de medios modernos (red, entradas digitales, transmisión por radio, etc.). Esto significa que un altavoz activo puede transformarse en un completo «sistema de alta fidelidad todo en uno«, abriendo nuevas perspectivas para el diseño del salón.
En resumen (con un pequeño guiño): Sí, muchos entusiastas de la alta fidelidad de toda la vida pueden recordar los viejos tiempos en los que la radio, el tocadiscos, el amplificador y el altavoz se alojaban en un enorme mueble (¡en algunos casos incluso un televisor!). Los altavoces activos modernos son exactamente lo mismo. Simplemente: el smartphone sustituye al tocadiscos, la radio se ha convertido en la red, y todo ello en un mueble compacto. Simplemente se ha vuelto más «inteligente».
